Estimados
lectores, después de un largo periodo de digamos… vacaciones… estamos
reanudando este blog, que como podrán notar si lo habían visitado antes, ha
renovado su imagen y su fin. Se
preguntarán porqué ha modificado su finalidad, pues déjenme platicarles que
desde el último post hemos tenido algunos cambios en “el zoo”. Ahora todos sus miembros se han vuelto
veganos, con algún pequeño desliz de uno de ellos, que para ser sinceros no es
nada grave.
Casi puedo
ver los signos de interrogación en algunos de ustedes respecto a eso de
“veganos”, así que voy a platicarles un poco de este estilo de vida que aunque
parece muy nuevo por estar de moda, en realidad tiene sus orígenes en la
antigüedad, y cuando digo antigüedad me refiero a los tiempos de Pitágoras,
Buda y Platón. En la actualidad políticos,
científicos, escritores, músicos, actores, deportistas, ¡sí deportistas! y un
sinnúmero de profesionistas enarbolan su estandarte. Entre ellos hay personas que conoces como Sir Paul McCarthy
el cantante, Bill Clinton el expresidentes de Estados Unidos, Chase Affleck el
actor, Chris Martin de Coldplay, Ellen DeGeneres la presentadora, Carl Lewis el
deportista y medallista olímpico, así como muchos, muchos más.
El veganismo
se define como una filosofía y una forma de vida que tiene por objeto excluir
–en la medida de lo posible- todas las formas de explotación y crueldad hacia
los animales utilizados para alimentos, ropa o para cualquier otro fin. En términos alimenticios se refiere a
evitar consumir cualquier tipo de alimento de origen animal, incluidos la miel,
huevos y lácteos en general.
En resumidas
cuentas, es adoptar una actitud compasiva ante nuestros hermanos animales y
ante el planeta en general, lo cual trae grandes beneficios para todos los que
lo habitamos y que poco a poco les iremos compartiendo en este blog.
Y cómo todos
estarán preguntándose qué comemos y cómo alcanzamos los mínimos nutricionales
diarios con esta dieta vegana, les compartiré una de nuestras nuevas recetas de
otoño, que tiene como ingrediente estrella, la calabaza. Nosotros usamos la que aquí en nuestra
zona se conoce como de “castilla”, grande, alargada y con un tono naranja
amarillento que se encuentra en casi todos los supermercados en esta temporada.
Pero se puede usar el tipo de calabaza que tengan en su ciudad.
Asegúrense
de tener a mano los siguientes ingredientes:
3 tazas de
calabaza sin cáscara, cortada en cuadros de 2.5 cm.
Aceite de
olivo
Sal fina de
mar
12 chalotes
o su equivalente de cebolla morada cortada en cuartos
2 tazas de
arroz salvaje cocido, es mejor si escogen la versión integral
1 aguacate,
opcional
y para el
aderezo:
1/3 taza de
semillas de girasol
1/3 taza de
aceite de olivo
2 cucharadas
de jugo de limón
¼ cucharadita
de sal
1 cucharada
de miel de arroz o de agave
2 cucharadas
de agua tibia o más si es necesario
½ taza de
cilantro o albahaca
Lo primero
que hay que hacer, es untar los trozos de calabaza y los chalotes con el aceite
de oliva y sal, horneándolos a 180º C hasta que estén cocidos y dorados. Aproximadamente
40 minutos.
En ese
tiempo ponen a cocer una taza de arroz salvaje con dos tazas de agua y un poco
de sal.
También
pueden ir preparando el aderezo.
En la licuadoras mezclan primero el aceite, semillas de girasol, jugo de
limón, miel y la sal. Van
agregando poco a poco el agua necesaria para lograr la consistencia deseada. Al final incorporan el cilantro o la
albahaca.
Para
ensamblar el plato mezclan en un tazón grande el arroz, la calabaza, el chalote
y el aderezo. Si son fans del
aguacate como nosotros, lo agregan en cuadritos y listo, a disfrutar este rico
platillo otoñal. Mmmm….delicioso.
¡Cuéntanos qué tal te salió este platillo!!!